Cuanto sentimos y que poco decimos, sin embargo las palabras se las puede llevar el viento, como estaciones que se marchan en cuanto nos damos cuenta o los años que pasan sin haber vivido realmente. Sin embargo aquello que guardamos en nuestro interior como un arcón de recuerdos es lo que perdura y nos podremos llevar donde vayamos y cuando vayamos.
Sentimos pero nadie escucha los gritos que acallan en nuestro interior. Son gritos que se ahogan en una sociedad reprimida ansiosa por salir a la calle y demostrar cuanto vale, volverse a un amigo y abrazarle o a una pareja y decirle cuanto lo quieres. Con total sinceridad.
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