Esta noche ha sido una noche fria y muy tranquila, la verdad es que no puedo quejarme puesto que la mayoria de noches son tranquilas en la zona en que vivo, aunque esta en especial gozó de ser realmente silenciosa..tan solo el leve sonido de las hojas vibrar unas con las otras rompian ese dulce silencio.
Me costó dormirme y no puedo decir que ahora esté muy despierta, pero extrañamente caí en los sueños más profundos de una forma dulce y apacible...durante ellos soñé algo muy extraño, al menos para mí, que nunca había soñado y sin embargo, a pesar de todo, me he levantado enérgica y con una sonrisa en mis labios.
En mis sueños paseaba por un prado extenso en un atardecer, no hacia frío aunque las hebras de hierba se mecieran al son de una brisa que lo único que provocaba era que el pelo me entorpeciera por momentos la vista. Miraba a mi alrededor y no había siquiera arboles, era un extenso y vació prado, tan solo cubierto por una alfombra verde y con alguna que otra flor, no parecía que tuviera fin.
Entonces una voz a mis espaldas resonaba grave y masculina "Es así como imaginas que puedes relajarte?"...Me giré y no había nadie, y de nuevo volvía a resonar, una risa que parecía divertirle la cara que hubiera puesto en ese momento, de desconcierto.
-No intentes buscar, solo soy tu simple apuntador.
-Que quieres? - Pregunté , estaba claro que no estaba allí por acompañarme en el paseo que no parecía agotarme, continué caminando y la voz volvía a hacer acto de presencia.
-Esa no es la pregunta, la pregunta es, que quieres tu?
El silencio se adueñó un momento del paisaje que comenzaba a despedir al sol para dar lugar a la noche, entonces los últimos rayos enfocaron un hacha con el filo incrustado entre dos piedras..la miro fijamente y la voz vuelve a reír sonoramente, casi con eco.
- Ves? Lo que quieres ya lo tienes.
En ese momento el despertador sonó, no sé si eso fué real, tan solo que lo vivido en sueños ha marcado mi realidad.
